1.000 razones para seguir…

Y así empezo todo…

@DDavidMartinez ya me habéis liado ;-P

— Xavier Navarro (@xavinavarro_es) March 16, 2011

Raro, ¿no? Mi primer tuit no fue un saludo de esos que molan, fue una respuesta a una mención. El motivo: Hace casi ya dos años y medio, la “presión” de mi círculo social más próximo fue la que me llevó a abrir una cuenta en esto del pájaro azul. David, Mar, Jorcho, Oscar y Pepito, ¡os debo una! Reconozco que era del grupo de los escépticos, de los que decían: “Pues no entiendo para qué quieres contar a la gente lo que haces”… Sí, ese era yo… Precipitándome en mis valoraciones, como tantas otras veces…

Y no ha llovido nada desde entonces… En la actualidad, mis más de 9.000 tuits publicados dan fe de que soy un usuario activo. A lo largo de este tiempo, he leído cientos de guías, clasificaciones y normas de cómo gestionar una cuenta de Twitter. ¡Hasta he tenido tiempo de escribir la mía propia!

Por sistema, he ido desobedeciéndolas de forma constante. Soy más de aplicar el free style en esto de las redes (aunque debo confesar que siempre tengo un ojo puesto en mis influencers para ver cómo lo hacen ellos).

Ha pasado el tiempo y he visto como algunos usuarios se han quedado en el camino, como han aparecido otros, como aquellos que creen ser divinidades (sí, aquí también hay de esos) y que “ignoran tu existencia” durante meses empiezan a interaccionar contigo al ver que algunos de sus influencers te mencionan o comparten tus contenidos… Supongo que por aquello de “no ser menos”.

Esto es Internet, sí. Otra red social, una más… Y, ¿sabéis con qué me quedo? Con las personas. ¡Sí! Con todas aquellas a las que he conocido y de las que he aprendido mucho, muchísimo. Esa estupenda sensación que provoca el conocer a gente increíble con la que conversar, intercambiar opiniones, conocimientos, con la que crecer como persona…

Señoras y señores, Twitter mola y, por eso, tengo 1.000 razones para seguir…

Gracias a todos!! 😉