Estudiar es…

Hace tiempo que escucho que el sistema educativo no funciona. Incluso yo mismo, en alguna ocasión, he manifestado opiniones parecidas. Pese a ello, hay algo que siempre he tenido claro y que jamás me ha permitido esconderme en esos argumentos para aparentar un conocimiento jamás demostrado ante nadie: El respeto, mi firme creencia en que los planes de estudio son el fruto del esfuerzo de personas capacitadas, con una amplia experiencia.

Creo firmemente que estudiar es someterse a la evaluación de gente preparada, que ha estudiado para ello, que sabe de lo que habla. Gente que, en muchos casos, ha escrito libros de la materia que estás estudiando y que, en ocasiones, se convierten en referentes de la temática que abordan.

Estudiar representa, con frecuencia, poder hacerlo bajo la supervisión de personas con una gran reputación en su ámbito académico fruto de su esfuerzo y aprendizaje.

Estudiar es aceptar que hay quien sabe más que tú, que existen métodos que funcionan, que la teoría está en los libros y que, practicar bajo la supervisión de un experto en el tema te hará crecer. Estudiar es examinarse, que te evalúen expertos, realizar trabajos en equipo, sufrir, dormir poco, pasar nervios y, a veces no llegar donde esperabas.

Estudiar es superarse, ver como tus maestros reconocen tus avances, ser un poquito más bueno en ese ámbito a medida que los libros, las lecciones y los exámenes van pasando.

Amigos y amigas, estudiar no es coger tres libros en la biblioteca o incluso comprarlos para después venderte como experto en esa materia. Estudiar no es coger 3 manuales, aprendérselos y dedicarse a dar conferencias sobre un tema. Eso se llama engañar o, en su defecto, vender humo.